Hoy he estado en la presentación de la cámara 3D de Panasonic.
A pesar de que ofrece unas ventajas aparentes, como la versatilidad de su tamaño y su peso, hay que comprobar que la calidad de su compresión (AVCHD) es correcta para pantallas grandes, aunque seguro que funciona perfectamente para pantallas de TV. Otra de sus ventajas es que combina fácilmente la relación entre convergencia, zoom y foco (la base del 3D), de manera que aunque no se tenga ni idea de estereoscopía, se puede lograr conseguirla intuitivamente, lo cual está muy bien, aunque también limita las opciones, sobre todo en la relación del primer término con el infinito.
Al margen de las tarjetas tiene dos salidas HD-SDI que si bien no son la opción ideal, pueden llevarse hasta otros soportes de grabación.
Personalmente, me parece una gran iniciativa que los grandes empiecen a pensar en este tipo de cámaras, a pesar de que - como es normal, por otra parte - limite los resultados. Sin embargo, la facilidad de manejo, su precio no desorbitado (16.900 euros de venta, a ver qué tal los alquileres) y la versatilidad del aparato en sí, posibilitará que mucha gente que no se planteaba acercarse al 3D, tome partido.
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